viernes, 19 de diciembre de 2008

Reseñas de cuentos de terror

Cuando se abren las puertas del ascensor.
Erick Arturo Cano
2006
México
Vocento


Cuando se abren las puertas del ascensor
(reseña)

Esta historia cuenta que una joven llamada Martha entra a trabajar a una oficina archivando documentos. Desde el primer día trabajo muy duro, todo el día se la paso trabajando; ya como a las seis de la tarde, cuando todos se habían ido, ella seguía trabajando y de pronto le llegó un aroma intenso a café; salió a tomar una taza y comenzó a escuchar el tintineo de los pocillos y el timbre del ascensor, pero no había nadie, ella se asustó y corrió a su oficina por sus cosas. Iba saliendo de su oficina cuando de pronto se le apareció un hombre con uniforme de conserje; ella le dijo que se había asustado mucho y le contó todo lo que le había sucedido, pero el le dijo que sucedían todas esas cosas porque el edificio ya estaba viejo. Mientras caminaban hacia el ascensor no se daban cuenta de los espectros que los miraban por los cristales. Ya en el ascensor la luz se apagó, ella se asustó y le grito al conserje, pero el no le contestó, de pronto vio como los espectros se acercaban, ella cayó inconsciente. Momentos después despertó y se encontró en un cuarto blanco, entonces vio al conserje con un cuchillo en la mano y una sonrisa diabólica, de nuevo le llegó el aroma intenso a café y escuchó el tintineo de los pocillos…

Al leer este cuento vivirás terror, desesperación y suspenso. También aprenderás que nunca estamos solos, siempre tenemos compañía.



Rosa Lizeth De San Martín Vásquez.








Lucy en el país de los monstruos.
Ricardo Bernal
2003
México
Ficticia

Lucy en el país de los monstruos
(reseña)

Esta historia cuenta que a una niña llamada Lucy le gustaba mucho el terror, siempre veía las películas más espeluznantes, pero ella no tenía miedo. Una noche cuando sus padres no estaban decidió ver la película “Pesadilla en la calle del infierno IV”, ya se la sabia de memoria y, mientras transcurría la película, en su mente contaba todo lo que iba a suceder, se quedó durmida y de pronto se encontró en un lugar muy sombrío, con casas en ruinas y un letrero que decía “BIENVENIDO AL PAÍS DE LOS MONSTRUOS”; Ella pensó que era un sueño, pero se dio cuenta de que era realidad, entonces se aterrorizó. Después de tanto caminar llegó a un cine en ruinas; en la taquilla estaba un Freddy Krueger (un actor de la película que veía) de cartón, Lucy le pagó su boleto y entró a la sala, no había nadie, se sentó en la unica butaca que había, y en la pantalla vio una sala igual a la de su casa y en el sofá vio a sus padres, ya viejos, llorando por ella. Lucy los reconoció y les grito: ¡papá! ¡mamá! ¡mírenme!¡Estoy aquí! Y entonces mil diminutas manos le taparon la boca y los ojos para siempre, y afuera del cine la sonrisa de Freddy Krueger se derretía en cámara lenta…

Al leer este cuento vivirás terror y suspenso. También aprenderás que por muy valiente que seas hay cosas que no se pueden evitar.


Rosa Lizeth De San Martín Vásquez.












Humedad
Beatriz García Marañón
2001
México
Ficticia

Humedad
(reseña)

Esta historia cuenta que una muchacha fue de vacaciones a la playa durante 15 días. Ella se hospedaba en un hotel no muy lujoso; en su cuarto había una mancha de humedad y todas las noches ella se despertaba asustada, sedienta y sudorosa pues tenia pesadillas con un niño viejo que la veía desde el pie de la cama, pero se volvía a dormir y se le olvidaba. Todos lo días se iba a caminar a la playa y todas las noches le sucedía lo mismo solo que cada vez tenia más sed; dos noches antes de irse se despertó más pronto de lo común y vio claramente al niño, tenia un aspecto horroroso, entonces se dio cuenta de que era la mancha de humedad que se alimentaba de ella, intento tocarlo y palpito, y vio que no era un sueño; aterrada se quiso levantar pero las sábanas tomaron consistencia y le impidieron levantarse, el cuarto se llenó de vapor y ella quedó cubierta por la niebla. Cuando despertó, la sed la ahogaba, vio en su cama a otro joven y entonces fue tanta su sed que no pudo más que beber su aliento…

Al leer este cuento vivirás desesperación y suspenso. También verás todo lo que nuestra mente puede provocar.


Rosa Lizeth De San Martín Vásquez.